jueves, 1 de octubre de 2009

CRONICA DEL MEDIO MARATON DE LA CIUDAD DE MEXICO.


por elorugo.


6:00 am. Suena el despertador, con mas sueño que ganas me levanto a hacerme un licuado, me meto a bañar para ir despierto y fresco en la carretera camino a la carrera.

6:40 am. Saco mi camioneta, toda la colonia duerme ya que nadie más que yo se levanta en domingo a esa hora para ir a correr un medio maratón, cosa que suena deprimente pero a mí me llena de orgullo.

7:15 am. Voy pensando en lo fuerte que me siento, las últimas 2 semanas me cuide mucho, pienso en que puedo mejorar mi marca en medio maratón, pero el pensamiento de la fascitis plantar que no me ha dejado tranquilo desde hace ya un tiempo llega a mi mente, la última vez que entrené fuerte tuve que detenerme por los dolores…

7:30 am. Llego a la marquesa y oh sorpresa, lluvia. Imagino que solo estará en esa zona por la altura del lugar.

7:45 am Llegando a Santa Fe y la lluvia sigue no para, veo un accidente a causa del suelo mojado, por fortuna ya están ayudando a los accidentados y no es necesario detenerse. Paso la Universidad Iberoamericana y la lluvia parece seguirme, me siento como “mala suerte” el personaje de los Picapiedra que siempre tenía su nube arriba de él. Espero que en el centro de la ciudad no esté igual el clima porque entonces la carrera si estaría muy complicada.

8:10 am. Por fin estacioné mi camioneta, estoy muy lejos del zócalo que es de donde arrancaremos, camino por 10 minutos hacia el metro auditorio, ya no llueve, hace frio, y no sé bien qué dirección tomar. Pago, meto el boleto, checo el mapa y por fin encuentro como irme gracias a que empieza a llenarse el metro de compañeros que estarán en la carrera y nos reconocemos por el chip que tenemos en uno de los tenis, o por el numero que traemos en el abdomen.

8:45 am. Me bajo donde veo que todos los de short y playera deportiva se bajan y los sigo, por fin llegamos a una calle donde están los bloques de salida. Es hora de calentar.

9:25 am. Una voz proveniente de la bocina que está a un costado de la calle nos pide ingresar a la calle para dar inicio a la ceremonia de salida, avanzamos caminando mientras nos animan y felicitan por ser parte de la carrera.

9:40 am. Por fin se oye el disparo de salida e inician los 21 kms de la carrera, cruzamos el zócalo y salimos por Bolívar, me siento bien y la música de mi ipod me lleva paso a paso.

10:15 am. Paso los primeros 5 kms y me siento muy bien, llevo un buen paso y espero todo siga como hasta ahora.

11:00 am. Paso el km 10, pero ya más lento, mi tiempo ya no es tan bueno como al principio y mis piernas se sienten algo pesadas, trato de distraer la mente con los que voy viendo en la calle pero empiezo a dudar de mí. La fascitis tranquila no ha aparecido.

11:45 am. La humedad, el sol, el calor, la playera mojada, las piernas adoloridas todo empieza a hacerme pensar que no acabare, en los puestos de gatorade cuando llego ya no hay, así que decido comprarme el mío en el oxxo que veo adelante, me ayuda a refrescar un poco y continuo, camino por ratos, troto por otros, vuelvo a caminar, para que me meto en esto si solo lo sufro.

12:00 pm. Medio día y obvio el calor está muy pesado, ya camino más que lo que corro, o al menos eso es lo que mi mente entiende, empiezan los estragos de la carrera, rebaso gente que se detiene por calambres, dolores abdominales e incluso vómito. Me espanto y trato de pensar en la música de mi ipod para distraer la cabeza.

12:15 pm. La gente me alienta, nos grita, “VAMOS YA FALTA POCO, NO TE RINDAS” o el típico y trillado “SI SE PUEDE”, que mas que motivarme me hace pensar que si si se puede porque no están ellos corriendo. Sonrío, la gente me aplaude, y de pronto. . . . . .
Mi ipod se calla, no puede ser la batería se terminó, oigo mi respiración cansada y acelerada y decido que es el momento de olvidarme de todo y de sacar el pecho por mí. Falta poco escucho decir a la gente, solo 1 km más. Respiro muy profundo y me decido, voy a terminar esta carrera y va a ser corriendo.

12:30 pm. Veo a lo lejos la meta mis piernas no quieren seguir pero el orgullo y el no querer fracasar me empujan hacia adelante, veo a lo lejos la meta, por fin, son solo metros y decido dar el resto que aun me queda. Llego, alzo los brazos, cruzo la meta y por momentos me dan ganas de reír, llorar, gritar pero solo me detengo y empiezo a caminar, sonrío volteo como todos lo hacen como si buscara a alguien, mi mente me recuerda que nadie esta esperándome, siento ese vacío de no poderme abrazar con alguien como los demás de platicarles que lo logré. Pero no me detengo e inicio el viaje de regreso a casa. La fascitis nunca llegó en la carrera.

Mi mente por fin se oxigena y me doy cuenta que logre de nueva cuenta algo por mis propios medios. Aprendo que si me decido puedo lograr cosas que hace poco tiempo creía imposibles, espero poder llevar esta forma de pensar y de probarme en mi vida, quiero más en todos los aspectos, y saben algo lo voy a hacer, inspírense, busquen la forma de ser mas o mejores, sé que mi carrera para muchos es solo anecdótica, pero para mí es el haberme demostrado que tengo más capacidad de la que creía. Luchen por ustedes y lo demás solo llega.

PREFIERO FRACASAR INTENTANDOLO QUE PENSAR “PORQUE NO LO INTENTÉ”.